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O teatro de estados (em Ricardo Bartís)

El Box, de Ricardo Bartís

Há um teatro de estados. Ou, melhor, teatros. E para trazer alguns elementos sobre o tema, selecionei trechos de dois textos. O primeiro é de Eduardo Pavlovsky, dramaturgo, ator, diretor, ensaísta e psicoterapeuta. O segundo é de Jorge Dubatti. São ensaístas argentinos que poderiam estar mais presentes em nossa cultura cênica. E também em nosso aporte teórico do teatro contemporâneo. Os autores abordam um campo de experimentação que não se pauta pela representação. E o fazem utilizando as ferramentas conceituais que buscam desmontar as concepções representacionais. O mesmo digo para os estudos da pesquisadora cubana, radicada no México, Ileana Diéguez, sobre as teatralidades liminares. Ela afirma, por exemplo, que é necessário “problematizar a representação como espaço de diferenças”. Nesse caso, Ileana diz que “a arte atual, particularmente o teatro, deveria considerar as reflexões traçadas pela teoria pós-estruturalista”.

No caso em tela, Eduardo Pavlovsky e Jorge Dubatti utilizam conceitos extraídos da filosofia de Gilles Deleuze e Félix Guattari. Mas não acredite que se trata de uma  adequação de um pensamento criativo a outro. Pois a arte, sim, ela pensa por seus próprios meios, dirá Deleuze.

Os dois textos abordam o “teatro de estados” não de um modo geral, mas sim nos processos de singularização do teatro de Ricardo Bartís. Vamos aos nossos ensaístas: 

Eduardo Pavlovsky

“Bartís es el director de los devenires dramáticos – del teatro de estados donde los actores experimentan com el texto -, desviando la historia y extraviando el tiempo cronológico por tempo de intensidades. Nuevos ritornellos creados en el espectáculo. Nuevos espacios-tiempo. Espacios pre-extensivos. Los actores de los espectáculos de Bartís (Telaranás, Hamlet, Postales argentinos, El corte) con poco recorrido tienem grandes diferencias de estadso (no hay que confundir recorrido con movimento). You creo que la ‘realidad’ es más parecida al teatro bartíano (…). El teatro a vezes ha dejado de tomar los códigos de la vida – las líneas de fuerza cotidianas – para tomar los códigos del proprio teatro, pareciéndose cada vez más a sí mismo. Se cró una manera de hacer teatro (como en el teatro. Las obras de Bartís no interpretan sólo la narrativa o la línea argumental del autor. La experimentación hasta el límite de lo posible. El texto es acribillado encontrando nuevos sentidos en los ensayos. Los cuerpos de los actores son pura potencia de actuar, estén sentados o en movimiento. Los cuerpos son el paradigma de los nuevos deciframientos. La  materia prima de su camo e experimentación. Con poco recorrido los personajes se desterritorializam. Se fugan de la escenografia. Es teatro de ‘entre’. Ni relación ni vínculo entre los personajes. Pura máquina de conexión. Puro rizoma. (…) Especie mágica del teatro del acontecimiento. Del teatro del devenir. ” (In, Dubatti, Jorge. Filosofia del Teatro I).

Jorge Dubatti

“Bartís persigue, por sobre todo, un teatro de estados, no un teatro de representación. Como no se va a “re-presentar”, no hay texto previo posible. Entiende por teatro de estados un teatro de cuerpos actorales afectados por el acontecimiento teatral, por la acción poética. Un teatro en el que valen más las presencias que las ausencias, un teatro del aquí y el ahora, del “entre” que generan actores con actores y actores con espectadores. Un convivio irrenunciable, esencial. De allí que la selección de los actores, así como el descubrimiento de sus posibilidades expresivas y sus saberes, de su plástica y de su música corporal, es el ingrediente fundamental de los procesos de investigación. Bartís necesita tiempo porque debe dejar opinar a los actores: el secreto de su teatro es macerar la materia corporal que sus actores aportan, componer una cartografía de lo que esos cuerpos son y devienen afectados por la acción poética. Bartís no proletariza a sus actores sometiéndolos a una forma o a un texto: sus actores son la materia y el fin de su teatro. “El texto es el vampiro del actor” –dice Bartís en su libro Cancha con niebla-, por eso el actor bartisiano debe rasgar, violentar los textos literarios para fundar su propio texto desde el acontecimiento musical de los cuerpos.” (in Apuntes sobre Ricardo Bartís criador, Revista Meyerhold).

Vídeo

 

 

Referências –

– DUBATTI, Jorge. Filosofia del teatro I : convivio, experiencia, subjetividad.   Buenos Aires: Atuel, 2007.

– Apuntes sobre Ricardo Bartís criador. Disponível em: Revista Meyerhold, n. 5. Buenos Aires.

– DIÉGUEZ, Ileana. Cenários liminares: teatralidades, performances e política. Tradução Luiz Alberto Alonso e Angela Reis. Uberlândia: EDUFU, 2011.

 

 

Por Luiz Carlos Garrocho

Professor, pesquisador, diretor de teatro e filósofo.

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